
La belleza de Cobie Smulders fue la única razón de peso que me llevó a echarle el lazo a Stumptown. Luego que estuviese basada en un comic, ambientada en Portland y con unos personajes secundarios muy aceptables, acabó llevando la balanza hacia donde más pesa. Si has visto Castle o Jessica Jones ya puedes hacerte la idea de por dónde van los tiros. Es una serie fresca, bien planteada, con un hilo conductor entre capítulos muy coherente y dejando suficiente sitio al resto del reparto para que brillen. Si Dex abruma con su presencia y frescura, el resto de personajes, especialmente Grey y Miles, tienen sus momentos e incluso casi sus capítulos dedicados. Una serie rápida sin complicaciones donde lo que cuenta es lo que ves. Simple.