En Cataluña el próximo 27 de septiembre nos piden a los catalanes que ahora debemos elegir entre seguir formando parte de España y Europa o sin embargo, independizarnos de todo lo que significa avance y prosperidad. Yo desde luego votaré NO A LA INDEPENDENCIA de Cataluña.
Yo también tengo algo que decir: Con Castelldefels no se juega.
Tras leer la prensa, cientos de tweets y algunos grandes artículos como los de Guillermo Massana o Manuel Reyes, he pensado que yo también tengo algo que decir. Sólo soy un ciudadano de Castelldefels y hace sólo tres años jamás me hubiera imaginado agitando ninguna bandera en la plaza de mi pueblo. Ni banderas Españolas, ni Catalanas. La política siempre me ha interesado, pero no hasta ese punto. Dicen que si no te interesas por la política, otros lo harán por ti. Pero en Castelldefels, los que sí hemos votado y nos hemos interesado por nuestra ciudad, hemos sido objeto de un ultraje. De un fraude. Los políticos que ahora entran en el gobierno de la ciudad han tratado nuestro voto como una mercancía para hacer con él lo que les ha venido en gana. Las leyes demotráticas exiten, pero en política no todo vale. Y ojo que esta frase no es mía. Pero es cierta.
La apelación
Para estas vacaciones de verano -yo siempre prontito en julio- me había propuesto más por gusto que por obligación, acabar el libro que comencé justo hace 29 días: La apelación. Ahora, con el frescor de la noche, en la terraza casi echado en la hamaca desafiando a los mosquitos y oliendo a mar, me desprendo de un mes de lectura algo discontinua y que finiquito hoy con un buen sabor de boca. Amargo por el argumento, dulce por la calidad.
Tengo la certeza de que esta crisis en la que estamos sumidos en nuestro país y en el mundo, no tiene tanto que ver con lo económico sino con lo humano. Los valores de las personas y las decisiones despreocupadas unas veces e interesadas otras, nos están llevando a donde nos encontramos. Falsear libros contables, vender productos nocivos, comprar votos, enriquecerse a costa de engaños, préstamos a países para vender armas, hacer favores para que te los devuelvan por dos, crear vacunas para virus creados por los mismos… en fin, el lado malvado del ser humano y que parece reinar en cada rincón del globo terráqueo. Y digo esto, puesto que convencido de mi teoría poco detallada en estas líneas, tengo la necesidad de auto reafirmarme de mi apocalíptica teoría leyendo libros como La Apelación.
Radar en la C245 km 4,06
No hace falta más que escribir C245 en Google para recibir sugerencias de palabras como radar, indignados, afectados… Sí, he sido multado en esa carretera comarcal, en una recta larga entre Castelldefels y Gavà en el punto kilométrico 4.06, un domingo soleado de fantástica visibilidad y porque me han querido robar.
Hoy me he enterado que si Trànsit te envía una carta certificada a casa y no la recoges en la Oficina de Correos en 7 días, ya te puedes dar por enterado. Sólo un papelito arrugado con apenas 7 letras mal escritas TRANSIT son suficientes para que sepas que tienes que pagar 300€ por exceso de velocidad en un tramo delimitado a traición a 50 km/h. Circular a 71 km/h me ha supuesto dos puntos menos de carné y 150 € que he pagado gracias a la bonificación. Y yo esperando otra notificación para poder ser informado… Suerte que he mirado en Internet. Si no tienes Internet, pues te pierdes la bonificación. La segunda notificación puede llegarte semanas y semanas después, venciendo de este modo el plazo de bonificación. Visitar el sistema de la DGT denominado TESTRA es el único modo de consultar tus expedientes sancionadores. Y si introduciendo tu NIF apareces en la lista… pues a pagar.
El Día D
Afrontar la lectura de un libro de historia de 839 páginas requiere de cierta predisposición. Se necesita un motivo, una razón que te espolee para poder pasar página tras página con interés y curiosidad. El motor que me ha impulsado durante estos días en la lectura de “El día D” ha sido el del hambre de información de unos hechos que ocurrieron hace 67 años y que definieron el futuro de la actual Europa y por ende el del resto del mundo. Esos días tan cruciales nos han permitido ahora vivir en libertad gracias a la fuerza aplastante de la democracia sobre el totalitarismo. Americanos, ingleses y canadienses aunaron fuerzas para vencer al ejército de Hitler en unos hechos que jamás se podrán volver a repetir en la historia en magnitud e intensidad.
Los ayatolás del fútbol
El chino
Ayer terminé el libro, y creo que en cierta manera, me he sentido como el que va a una de esas demostraciones en hoteles para que a cambio de un desayuno te retengan una hora escuchando las bondades de algún producto a la sazón. No sé si soy justo, pero partiendo de que la novela es negra con fondo político, no entiendo cómo lo político cobra tanta importancia. Si hablásemos de porcentajes, seguro que estamos en un 60-40 a favor de lo político. Y es que he acabado hasta la coronilla del Gran Timonel, de la Revolución Cultural y del dichoso librito rojo en mano alzada en Tiananmen.